Portada » Quiénes somos
Somos fotógrafos, pero sobre todo somos personas.
Las personas ríen, las personas se emocionan, las personas se unen y a veces se encuentran. Algunas personas, incluso, parecían destinadas a encontrarse.
En el fondo, de eso van las bodas.
Y nos encanta.
De persona a persona, trabajamos para que toda esa magia no se pierda.
El día de tu boda, queremos estar allí, recogiéndola en imágenes que cuenten vuestra historia.
Mi pasión por la imagen se forjó en una pequeña sala de un pequeño cine de una pequeña ciudad. Fue mi primer trabajo y mi mejor escuela.
La gran pantalla tampoco era muy grande, pero cabían todas las cosas que hacen a la vida inmensa. Había héroes y amigos, seductores y villanos, y había personas de ficción que, al final, tenían muchos en común con las personas reales.
Por allí pasaban sonrisas, miradas, besos, amores que se hacían luz en un fundido, y miles de punzadas en el pecho que te dejaban con ganas de más. Aún las tengo.
En esa sala aprendí el tesoro que a veces se oculta en las imágenes. Y, sobre todo, aprendí que, a veces, podemos trenzarlas con un hilo invisible y convertirlas en historias que de verdad importan.
Dani y yo nos casamos en 2013 y eso lo cambió todo.
Cambió nuestra forma de vivir y trabajar y también la forma en que entendíamos las bodas. Descubrimos que había vida más allá de los clichés y los posados con olor a naftalina. Que una boda era un regalo para cualquier profesional de la imagen con ganas de empaparse del factor humano y plasmar emociones y vínculos personales.
Descubrimos que, con la fotografía de boda, podíamos contar historias humanas tan intensas, vivas y emocionantes como las que vemos en una gran película. Y que, además, podíamos entender como nadie a las parejas que iban a pasar por la misma experiencia.
Entendemos los nervios, las emociones a flor de piel, las lágrimas que no se pueden disimular y la euforia que estalla con la gente a la que quieres. Y lo volvemos a vivir cada vez que enseñamos a nuestra hija Celia las fotos de nuestra boda.
Somos apasionados. Nos gusta sentir ese escalofrío que te recorre por dentro cuando asistes tras la cámara a un instante que sabes que solo pasará una vez.
Nos gusta pensar que podemos capturar ese momento y tocarlo con la mirada para dárselo a las parejas que confían en nosotros. Para que forme parte de su vida, para siempre.
Nos gusta compartir. Nos gusta aprender con otros profesionales y enseñarles lo que nosotros hemos aprendido. De tú a tú, disfrutando del oficio.
Nos gusta creer que, con suerte, las mejores cosas de la vida, las que son bellas y perduran, pueden contarse con sencillez, con un poco de luz y unas pocas personas de verdad al otro lado de la cámara.