La elegancia atemporal de los vestidos de novia de Raquel Ferreiro en Madrid

Cuando aceptamos este trabajo sabíamos que iba a ser un reto mayor de lo habitual. Que era un encargo con las expectativas muy altas; para nosotros siempre ha habido una boda en Madrid muy especial. Y es que Ana (creadora de las maravillas de Knots Made with Love y de esos preciosísimos nombres de cada invitado en los platos) es la hermana de Rocío, la protagonista de una de nuestras sesiones más populares y queríamos estar a la altura de lo que se esperaba de nosotros.

Por suerte Ana y Alfredo nos regalaron un día que sería imposible para un fotógrafo de boda no sacar unas imágenes preciosas y emotivas.

Desde el primer momento, en los preparativos de boda, ya se empezaba a respirar un ambiente familiar y relajado. Tanto entre los que ayudaban a los novios como los más pequeños, que tal vez no ayudaban tanto, pero nos dieron algunas de las imágenes más tiernas de la boda. Sólo que hay que ver lo bien acompañada que está Ana y lo preciosas que están todas de blanco.

El vestido de Raquel Ferreiro

Pero cómo no iba a estar guapísima Ana con ese vestido de Raquel Ferreiro de manga larga y escote de barco. Se nota la atención a los detalles y el proceso personalizado de la confección. Es simplemente perfecto para Ana, la ligereza y naturalidad del vestido refleja a la perfección lo alegría que siempre nos ha transmitido y su espontaneidad.

La ceremonia dejó ver la parte más emotiva del día con las lecturas de los amigos y familiares, además de los votos de los novios, que hicieron que más de uno no pudiera contener las lágrimas. Y tras la boda, llegó el momento de hacer justicia a las expectativas, ¡la sesión post-ceremonia!

La finca El Pendolero nos dio además de un lugar precioso para la ceremonia y el banquete, un paisaje típico de la meseta para la sesión. Allí la pareja, tan sonriente como siempre, nos permitió sacar unas fotos preciosas aprovechando el sol que empezaba a esconderse. Sus gestos de complicidad y la luz de un día precioso nos permitió respirar tranquilos: no podríamos estar más contentos con el resultado, las bodas en Madrid empiezan a ser una de nuestras ocasiones preferidas. Es imposible que no lo sean con parejas como esta.

Después de ese momento tan especial, tocaba acercarse al catering, a cargo de El Laurel, donde ya se empezaba a prever que iba a ser una noche de lo más animada. Las muestras de cariño de todos los invitados y la música de Niña Vintage dejaron paso después de la cena a una fiesta preciosa en la que los novios regalaron una bombilla iluminada por el tacto a cada invitado, creando el ambiente perfecto para culminar un día lleno de luz. Al después de la boda, esa luz era la del atardecer y tras la fiesta, la de los propios invitados.

No podíamos pedir una forma mejor de repetir con una familia a la que le tenemos tanto aprecio y que nos ha dado tan buenos momentos. Muchas gracias a todos por regalarnos, otra vez, un día inolvidable.

Daniel + Gloria