Aquí tenéis las mejores fotos de bodas del 2018, pero si me lo permitís, antes quiero contaros una historia.

De cómo estos resúmenes han cambiado mi vida.

En abril del pasado 2018, Gloria y yo estábamos en el parking del aeropuerto Charles de Gaulle de Paris esperando a que nos trajeran el coche de alquiler. Debíamos conducir durante dos horas hacia el oeste para hacer una boda que teníamos muchísimas ganas por lo bucólico del paraje.

Durante aquella espera, recibí una llamada.

Era una propuesta de trabajo. Para uno que nada tenía que ver con lo que hago actualmente. Pero para el que estoy preparado.

¿Qué os parecería tener un trabajo de 8:00 a 15:00, en el que cobres más de lo que ganas ahora, de lunes a viernes, con muchas posibilidad de que sea “para toda la vida”? Tened en cuenta el factor de que somos dos autónomos, con dos hijos pequeños.

Sólo una condición: No puedes seguir con tu actividad actual. O una cosa o la otra.

Esto me plantearon en el parking del aeropuerto de… ya ni sabía dónde estaba.

El primer impulso fue rechazarlo sin dudarlo. Me encanta lo que hago, disfruto de libertad para poder hacer lo que me gusta, para no quedarme parado, para explorar cosas que nunca creí que podría llegar a hacer, conocer personas y lugares enriquecedores. Puedo disfrutar de mis hijos casi todo el tiempo que quiero y crecer al lado de mi mujer.

Pero pasados los minutos empezó a filtrarse en mi cabeza los pensamientos más temerosos, los que te da la edad y las responsabilidades.

¿Y qué pasará dentro de dos, tres, cinco, diez años…? ¿Y los niños…? ¿Y la motivación…?

Las dos horas de coche de Paris al lugar de la boda fueron silenciosas. La tarde fue silenciosa.

La cena no. En la cena salió todo.

No es justo debatir sobre esa decisión cenando en un precioso patio al aire libre, en un pequeño pueblo del noroeste de Francia, donde los grillos, el sonido de botellas de vino y las conversaciones en un idioma tan musical se mezclaban con una deliciosa cena en una noche de primavera… Este trabajo no es así siempre. En realidad casi nunca es así. Pero si hay que meditar una decisión tan importante, mejor que las circunstancias te ayuden a confirmar tus argumentos.

Durante toda la cena no podía dejar de pensar en el último vídeo que había editado unos meses antes con mis fotos favoritas de 2017. No podía dejar de pensar en él. Qué tontería sin sentido. Pero no se me iba de la cabeza.

Cuando pensaba en esa oferta de trabajo, veía a mis hijos dentro de 15-20 años preguntándome «¿Papá, por qué dejaste de hacer fotos y viajar y todo eso?» Y me veía respondiéndoles: «Bueeeenoooo, pues por tener un trabajo un poco más seguro, para que pudiéramos vivir mejor…»

No me gusté nada en esa imagen.

Cuando tienes un dilema normalmente sabes qué decisión vas a tomar. Quizás te lleve más o menos tiempo ejecutarla, pero algo en tu interior te dice que ya está la decisión tomada.

Y para mí estaba tomada.

Esos resúmenes siempre me han dado mucha pereza hacerlos. He procastinado deliberadamente. Volver a revisar miles de fotos una vez más con el único argumento que el de “todo el mundo lo hace”

Y, de repente, eran el centro de una toma de decisión tan trascendente.

Descubrí que son, de algún modo, parte de mi legado. Algo de lo que sentirme orgulloso. Algo que puedo mirar cien veces y sentirme feliz y satisfecho mientras pienso “Eso lo he hecho yo”

Ese proceso de quedarte con lo mejor es un ejercicio casi vital. No quiero que suene a “intensito” pero para mi son un reflejo de lo que es en sí la vida: te quedas con lo mejor, con lo que te ha hecho vibrar y ves en perspectiva que has vivido del modo en el que has creído: cómo una maravillosa aventura.

Nunca dudé de que esto es lo que quiero hacer. Por lo menos, hasta que ya no quiera hacerlo.

Daniel Alonso

Mejores Fotos de Bodas del 2018


Si has llegado hasta aquí, has descubierto el easter egg con más fotos!

A Wonderful Adventure

Las mejores fotos de boda 2018

Ahora os toca a vosotros