«La vida sin música sería un error» Friedrich Nietzsche
Irse de luna de miel a Islandia es, de entrada, poco común.
Es un lugar que alimenta los cinco sentidos. Su abrumadora belleza para los ojos, el tacto del hielo puro, el olor a azufre que calienta las casas, el gusto del mejor pescado salvaje.
Sin embargo, lo que hizo que volviéramos la vista a Islandia fue el sentido del oído. Desde la isla llegaban sonidos que iban directos al alma.
Para mi (Daniel) y para casi todo el mundo, la música es el modo en el que gestiono mis emociones y sentimientos.
Descubrí a Sigúr Ros en 2003, en mis años de facultad. Svefn-G-Englar, canción que se incluía en la banda sonora de Vanilla Sky. Llevo 10 años escuchando esa melodía y cada día me sigue llenando.
Melómano como soy, seguí incondicionalmente a este grupo. Cada nueva canción que escuchaba, cada nuevo álbum que publicaban conectaba más conmigo.
Todo cambió cuando en 2007 decidieron que terminarían su gira mundial recorriendo su país en coche y barco. Visitarían los lugares que han formado las señas de identidad de su tierra y tocarían ahí donde sintieran que debían hacerlo. Y decidieron grabarlo todo en un documental. Heima. Creo que no veré algo más bello y tan perfecto. Me dedico al mundo audiovisual por cosas como este documental. Aquí os dejo uno de mis fragmentos favoritos.
Vi Heima y sabía que debía ir a ese lugar. Esperé la ocasión ideal para hacerlo.
Cuando llegas a Islandia, cuando te sumerges en su belleza, comprendes que no se puede hacer otra música que la que hacen.
No soy objetivo. Ni con Islandia, ni con Sigur Ros. Por eso os mostramos las fotografías de nuestro primer contacto con el lugar más hermoso que han visto nuestro ojos.
English version: Iceland wedding photographer