«La vida no es un viaje. Es algo musical.»
Alan Watts
Esta es la historia de Candice y Nick, dos canadienses que decidieron fugarse de su bello país para casarse en la intimidad en otro de los más bellos conocidos: Islandia.
Se subieron a lo alto de una colina, al lado de un faro en la pequeña ciudad portuaria de Stykkishólmur, al noroeste de la isla. Se juraron una vida llena de aventuras y calma, de frío y calor, de baile y sosiego. Una vida juntos.
Intercambiamos emails y llamadas de Skype durante meses pero no fue hasta la mañana de la boda cuando nos conocimos en persona mientras compartimos un desayuno en el Hotel Egilsen. Pocas veces hemos conectado tan rápido y bien con otras personas: mismos gustos musicales, cinematográficos, actitudes vitales…
Las 48 horas que compartimos juntos en Islandia fueron revitalizantes cuando el cansancio de una larga temporada de bodas empezaba a pesar.
Fue un regalo conocerles, compartir esa aventura con ellos y descubrir que la vida no es un viaje, es, más bien, un baile, una gran canción!
Daniel y Gloria