A veces nos resulta un poco difícil de creer que una boda en Connecticut la vayamos a cubrir unos fotógrafos de Bodas de Burgos, pero hay muchas cosas que esta profesión nos ha dado y no lo hubiéramos esperado nunca.
La boda de Natalia y Matt nos llegó porque la hermana de ésta ya conocía nuestro trabajo, se lo enseñó a la pareja y por suerte, les gustó lo suficiente para que decidieran regalarnos esta experiencia.
Viajar siempre nos da la oportunidad de fotografiar paisajes distintos, ambientes a los que no estamos acostumbrados y, por supuesto, formas distintas de vivir un día tan especial como es el de tu boda.
Es difícil de ver en España una boda celebrada en la propia casa, estamos acostumbrados a ir a iglesias, ayuntamientos, salas de banquetes; pero no a quedarnos en casa. Natalia y Matt nos dejaron ver una parte muy íntima de su día y retratar la cultura americana.
Porque ese fue uno de los recuerdos que más fuertemente se nos ha quedado grabado de esta boda en Connecticut. Tuvo lugar en pleno otoño, con todos los preparativos de Halloween listos y los árboles mezclando hojas marrones y verdes, un ambiente típico que nos esforzamos por capturar y reflejar.
Es una suerte que en este viaje no sólo nos pudiésemos quedar con todo esto sino que también nos abrieran una puerta a la parte más íntima de estas celebraciones. Algo inevitable al hacerlo en una casa familiar.
Fue emocionante ver que sólo es necesario un jardín y una pequeña carpa para que tenga lugar una ceremonia y un banquete que te permita celebrar y bailar todo el día. El ambiente tranquilo, doméstico, familiar que pudimos capturar cuesta mucho encontrarlo y no nos podemos alegrar más de haber hecho este viaje.
Esta es una de las razones por las que nos entusiasma ir donde sea que nos llamen. El poder ver el mundo desde otra perspectiva y tratar de plasmarla.
Es un privilegio y nos sigue sorprendiendo que nuestras fotografías lleguen a tanta gente y les entusiasmen. Pero es uno más grande que por ellas visitemos tantos lugares y aprendamos tanto.
Por eso, si recibimos una llamada de alguien que le gustan nuestras fotos y quieren que hagamos el viaje para estar en su boda, haremos todo lo posible para ir allí.
¡Por cierto, no os perdáis el vídeo de boda que hicimos allí! Está al final del post.